Asociación de cultivos
El mayor orgullo de todo cultivo en pequeño formato es llegar a ser algún día un huerto biointensivo, aquel en el que es posible cultivar todos los alimentos de una dieta completa en un espacio muy reducido.
Para compartir el reducido espacio sin que se creen conflictos, es necesario conocer a fondo las características de las hortalizas que formarán parte de esta vecindad huertana. Este punto es importante, ya que en función de las características físicas, ritmos de crecimiento o resistencia se pueden dar relaciones positivas de unas plantas con otras.
Una asociación por donde empezar: Tomate + Lechuga + Cebolla. El éxito de esta combinación se debe a que cada una tiene un ritmo de crecimiento diferente, lo que también nos permite obtener cosechas escalonadas durante varios meses. Los pasos a seguir son:
- Plantación de las tomateras, separadas unos 40cm unas de otras
- Entre ellas se plantan 2 lechugas, desde el plantel, separadas entre sí 20cm.
- Por los márgenes se plantan cebollas desde el plantes, separadas unos 15cm.
Las lechugas tienen un ciclo corto, la cebolla medio y la tomatera largo. Por tanto, a las 6 semanas ya se pueden empezar a recolectar las lechugas, que han crecido sin suponer ningún inconveniente para cebollas y tomates, que todavía no han llegado a su máximo desarrollo. Finalmente, cuando a mediados de verano se recojan ya las cebollas, las tomateras, igualmente podrán dar el último estirón sin que nadie las moleste hasta el final del verano.