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Rotaciones de cultivos

Rotaciones de cultivos

Una forma de ahorrarnos un gasto excesivo en abono para mantener la fertilidad del suelo o la utilización de tratamientos para evitar la aparición de plagas, es diseñar en nuestro huerto un sistema de rotaciones de cultivos.

 

Se trata de una técnica basada en alternar distintos cultivos en una misma zona o parcela a lo largo del tiempo, de forma que han de pasar varios años para plantar un determinado cultivo por segunda vez en la misma parcela.

A la hora de decidir qué cultivo sucede al anterior nos podemos guiar por varias reglas, pero como en la vida, cumplir con todas ellas resulta algo complicado. Según la experiencia o la osadía del huertano, de menos a mayor dificultad estos serían los criterios a seguir:

 Para iniciados.

 No hay que repetir cultivos de la misma especie o familia.

Los cultivos de la misma especie o familia, van a consumir el mismo tipo de nutrientes y aquellos que se encuentren en la misma profundidad del suelo, ya que sus raíces alcanzarán el mismo rango de suelo al ser de longitudes similares.  Además, al repetir un cultivo repetidamente favorecemos la instalación de plagas específicas ya que le ofrecemos un paraíso de alimento y refugio.

Para los que ya han echo sus pinitos...

Alternar cultivos en función de su exigencia de nutrientes.

Si alternamos plantas exigentes en nutrientes con plantas medianamente exigentes, que a su vez son seguidas por poco exigentes, y se completa la rotación con plantas mejorantes, es posible que siempre haya algún cultivo en marcha en la parcela sin agotar sus nutrientes y tener que hacer un abonado a conciencia, es más con la ayuda de los mejorantes, podremos recuperar parte de su fertilidad con cultivos que son capaces de incorporar nutrientes al suelo y mejorar su estructura.

  1. Plantas exigentes:  patatas, calabazas, calabacines, tomates, pimientos, berenjenas, melones, pepinos, sandias, coles, coliflores o maíz.
  2. Plantas medianamente exigentes: acelgas, lechugas, escarolas, zanahorias, remolachas, rabanitos y chirivías.
  3. Plantas poco exigentes: ajos, cebollas, rabanitos y guisantes, judías, habas, soja, lentejas o altramuces.
  4. Plantas mejorantes: a parte de las leguminosas existen otros cultivos como abono verde: trébol, veza, esparceta, facelia, centeno, avena.. 

Para los experimentados.

En regiones frías con inviernos duros, las rotaciones son anuales, ya que en los meses más fríos en el huerto se encuentra parado hasta que con la primavera vuelven temperaturas agradables.

Pero si somos afortunados y vivimos en una zona cálida es posible tener el huerto siempre con algún cultivo.  En este caso, la frecuencia con que se rota o cambia de cultivo viene dada por el ciclo de cada cultivo.

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