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Plantación, mantenimiento y riego del Pimiento

Plantación, mantenimiento y riego del Pimiento

Hoy en día, podemos encontrar muchos tipos de pimientos disponibles en el mercado y, si así lo deseas, puedes elegir que variedad deseas cultivar con base en su tamaño, color o, incluso, el nivel de picor que tú gustes.

Prácticamente, para cada variedad de pimiento existe una forma de cocinarlo.

Soporta muy bien las altas temperaturas, pero es bastante sensible al frío.

Por esta razón, su cultivo tiene lugar durante el verano y parte del otoño, aunque gracias a la producción en invernadero o cultivos hidropónicos podemos encontrar pimientos en el mercado durante todo el año.

 

¿Qué necesitamos para sembrar pimientos?

Para sembrar pimiento de forma eficaz, hay que tener en cuenta los siguientes requerimientos en nuestro cultivo:

El Riego

Para cultivar pimiento,  el riego debe ser abundante y regular.   No obstante, debemos procurar no excedernos con la cantidad del agua.

Un exceso de riegos podría producir la caída de las flores.

Consejos sobre el riego

El suelo debe permanecer húmedo al tacto en todo momento. Esto es muy importante ya que el pimiento requiere permanecer expuesto al sol durante mucho tiempo.

El pimiento está compuesto principalmente de agua por lo que debemos procurar que siempre esté bien regado.

Lo ideal para este tipo de cultivos es el riego por goteo , así nos aseguramos que no le falte agua sin llegar a encharcar la planta.

La humedad óptima se consigue regando con una frecuencia de 1 o 2 días. Pero ten en cuenta que los pimientos cultivados en climas más calientes quizás necesiten más agua.

El Clima 

Son bastante sensibles  a los cambios de temperatura. Si existe discrepancia entre las temperaturas nocturnas y las diurnas, esto puede alterar el desarrollo de las flores.

No le gustan nada las heladas, por lo que en otoño e invierno solo es posible cultivarlo en invernaderos.

Los Nutrientes

Se puede hacer un abono a base de hojas de consuelda para elevar los niveles de potasio.

La absorción de potasio es determinante sobre la coloración y la calidad de los frutos, y va aumentando progresivamente hasta la floración.

En cuanto a la nutrición, el pimiento también es una planta muy exigente en nitrógeno durante las primeras fases de su cultivo, aunque esta demanda disminuye tras la recolección de los primeros frutos verdes.

Si es posible, plántalos en un terreno en el que acabes de plantar guisantes.

Por otro lado, también es muy demandante en fósforo con la aparición de las primeras flores y con el período de maduración de las semillas.

El pimiento es muy exigente en cuanto a la nutrición de magnesio, aumentando su absorción durante la maduración.

Los fertilizantes más recomendados son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, sulfato potásico, sulfato magnésico), y también en forma líquida (ácido fosfórico, ácido nítrico).

También se recomienda lo que se conoce como fertirrigación carbónica, la cual consiste en el uso de agua carbonatada para el riego.

La utilización del agua carbonatada ofrece ciertas ventajas en el cultivo del pimiento, tales como la acidificación del suelo, los que facilita la solubilidad y la correcta absorción de los nutrientes. Aumenta, además, la calidad y el número de frutos y sustituye la utilización de ácido nítrico.

El Abono

Sembrar pimientos: antes de sembrar pimientos aplica compost o humus de lombriz  a la tierra.

Si lo prefieres, puedes aplicar un poco de fertilizante 5-10-10 en la tierra para mantener a las plantas alimentadas. No te excedas, ya que el exceso de fertilizante puede hacer que se pierdan los nutrientes en la tierra.

Otros fertilizantes que puedes utilizar son la harina de pescado o el abono de aves.

Otra recomendación es enterrar unos cuantos fósforos de cabeza alrededor de las plantas de pimiento, para así darles un poco del azufre que requieren.

¿Cómo preparamos la tierra?

La tierra debe tener un buen filtrado. Además, debe estar lo suficientemente suelta, sin comprimirse.

Si siembras pimientos en maceta una buena recomendación es mezclar dos partes de tierra y una parte de arena. La tierra ofrece a tu planta los nutrientes que necesita, mientras que la arena controla la humedad.

El riego

Riego por goteo, deberás regarlas frecuentemente, pero no de manera abundante, ya que las plántulas podrían pudrirse por el exceso de agua.

Se recomienda un sistema de riego por goteo.

La humedad relativa óptima oscila entre el 50% y el 70%. Esta se consigue regando con una frecuencia de 1 o 2 días.

Recuerda que el suelo debe permanecer húmedo al tacto en todo momento.

Los primeros brotes

En promedio, las semillas tardan entre 10 y 15 días en germinar.

Si has sembrado en maceta o almácigo deberás sacarlas de la bandeja cuando los brotes hayan cumplido dos meses.

Para corroborarlo, revisa tus plantas: cuando presenten dos niveles de hojas, significa que están lo suficientemente grandes para ser trasplantadas.

El transplante

Realiza el trasplante sólo si el clima es lo suficientemente cálido.

Ten en cuenta que los pimientos son plantas muy delicadas que deben ser expuestas gradualmente al exterior antes de ser trasplantadas.

Así que un par de semanas antes de trasplantarlas, comienza a exponerlas gradualmente al clima de afuera.

Puedes colocar exponiéndolas al exterior por tan sólo algunas horas al día, extendiendo lentamente el número de horas, a medida que van creciendo.

Coloca las plantas con una separación entre ellas de 60 cms. Si la separación es menor, corres el riesgo de que no reciban suficiente luz y el aire no circule adecuadamente.

¿Cómo lo guiamos?

Deberás insertar postes para ayudar a que las plantas se mantengan erguidas, ya que los tallos de la planta de pimiento no son especialmente resistentes.

Además, el tutorado también mejora las condiciones de ventilación y luminosidad.

La poda y el aclareo

La poda puede ser una práctica útil para mejorar las condiciones de la planta, especialmente si se cultiva en maceta.

La poda favorece la circulación de aire entre las plantas y produce mejores frutos.

Si se desean pimientos gruesos, se recomienda aclarar, dejando tan sólo 2 o 3 frutos por cada planta.

Al ser plurianual, la planta se puede conservar podándola. Al siguiente año, esta rebrotará dando nuevos pimientos.

La cosecha y recolección del pimiento

Se trata de un cultivo de ciclo medio-largo, por lo que la cosecha se inicia a los 30 días después del trasplante. 

El fruto se cosecha inmaduro, ya que se puede paralizar la recolección. Esto no aplica, por supuesto, para los pimientos dedicados al secado (guindilla, pimentones), los cuales se dejan en la planta.

El momento de la recolección del pimiento puede determinarse por sus características físicas visibles:

Pimientos Verdes: tamaño, firmeza y color del fruto. Los pimientos maduros presentarán un tono verde profundo más oscuro que el tallo de la planta.

Pimientos de Color: un mínimo de 50% de coloración.

Retira los pimientos maduros usando un cuchillo afilado o tijeras de jardín. Córtalos por la parte de arriba del tallo.

Si halas los pimientos puedes dañar los tallos o las raíces.

Las asociaciones favorables

Se asocia muy bien con el ajo y la col.

Es compatible con la acelga, la albahaca, la berenjena, las espinacas, los guisantes, las judías, la lechuga, los rábanos y los tomates.

Las asociaciones no favorables

Por otro lado, es incompatible con el pepino. Tampoco debes plantar pimientos cerca de verduras como el hinojo y el colirrábano.

 

Las Plagas

Las plagas más comunes que pueden aparecer durante el cultivo del pimiento son las orugas, los nematodos, la mosca blanca, la araña roja, el pulgón, los trips y la cochinilla.

Pulgón

Para prevenir se puede asociar con la albahaca.  Si se requiere erradicar, puede emplearse jabón potásico e insecticidas vegetales.

Araña roja

Aparece sobre todo cuando se dan temperaturas altas con baja humedad y/o excesos de nitrógeno en la tierra de cultivo. Para combatirla se recomienda regar el pimiento durante la noche por aspersión para mantener la humedad, y utilizar insecticidas naturales.

Mosca blanca

Para prevenirla se puede pulverizar el envés de las hojas con jabón potásico al 1% con agua de lluvia o destilada.

Trips

Son insectos voladores que dejan unas manchas blancas con puntos negros en las hojas. Para combatirla se recomienda una aplicación combinada del extracto de neem y jabón potásico.

Cochinillas

Es una de las plagas más difíciles de controlar ya que al estar su cuerpo cubierto con excrecencias cerosas blancas, los tratamientos químicos son poco exitosos. 

Se puede hacer un control biológico mediante enemigos naturales, como el Cryptolaemus montrouzieri, un depredador de este tipo de insectos. La suelta se realiza a los 15 días después de cualquier tratamiento, de forma periódica en primavera o principios de verano.

Nematodos

Se tratan con esterilización al vapor y solarización, que consiste en elevar la temperatura del suelo mediante la colocación de una lámina de plástico transparente sobre el suelo durante un mínimo de 30 días. También puedes colocar un aro de cartón alrededor de la base de cada tallo para proteger a la planta.

Enfermedades comunes

Oidiopsis

Se previene utilizando plántulas sanas y eliminando malas hierbas. Su control debe ser por medios químicos.

Podredumbre gris

Se previene controlando los niveles de nitrógeno y realizando cortes limpios a ras del tallo. Puede aplicarse una pasta fungicida en cada corte.

Podredumbre blanca

Se previene mejorando la ventilación de la planta

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